BLOG
La Temperatura de Color es una medida muy utilizada y necesaria cuando se habla de diseño de iluminación. Este concepto se relaciona directamente con el ciclo biológico de sueño-vigilia de animales y seres humanos; por lo que es sumamente relevante cuando se le quiere dar cierta intención a la iluminación artificial.
Al hablar de la luz más adecuada para cada estancia hay que considerar la temperatura de color que se mide en grados Kelvin. La más fría (azulada) es idónea para tareas que exigen concentración, para estudiar y trabajar; las más cálidas (amarillentas) son perfectas para relajarse y descansar.
Hoy se sabe que los seres vivos portan en sus células un reloj interno, sincronizado con las vueltas de 24 horas que da el planeta Tierra. Muchos fenómenos biológicos, como el sueño, ocurren rítmicamente alrededor de la misma hora del día, gracias a este reloj interior. Su existencia fue sugerida hace siglos. En 1729, el astrónomo francés Jean-Jacques d'Ortous de Mairan observó el caso de las mimosas, unas plantas cuyas hojas se abren durante el día hacia la luz del Sol y se cierran al atardecer. El investigador descubrió que este ciclo se repetía incluso en una habitación a oscuras, lo que sugería la existencia de un mecanismo interno.
Aunque existe una escasa conciencia social, la “contaminación lumínica” puede definirse como uno de los problemas ambientales más graves en la actualidad. La emisión global de flujo luminoso proveniente de fuentes artificiales crece anualmente 4% debido principalmente a un ineficiente y mal diseñado alumbrado exterior. Es indudable que el alumbrado exterior es un logro humano que posibilita el desarrollo de todas las actividades nocturnas, no obstante es imprescindible iluminar de forma adecuada, empleando la cantidad de luz estrictamente necesaria.
THE CITY DARK es un documental sobre la pérdida de la noche. Después de mudarse a la ciudad de Nueva York desde Maine rural, el cineasta Ian Cheney hace una simple pregunta: ¿necesitamos las estrellas? llevándolo de Brooklyn a Mauna Kea, París y más allá. Explorando la amenaza de asteroides asesinos en Hawái, rastreando tortugas incubando a lo largo de la costa de Florida y rescatando pájaros heridos en las calles de Chicago, Cheney desvela las innumerables implicaciones de un globo reluciente con luces, incluyendo mayores tasas de cáncer de mama por la exposición a la luz por la noche y una generación de niños sin una visión del universo de arriba. Con una asombrosa astrofotografía y un elenco de científicos eclécticos, THE CITY DARK es la historia definitiva de la contaminación lumínica y las estrellas que desaparecen.